lunes, 12 de septiembre de 2011

Historia de un Mundo

Estamos en el año… no lo sé. Hace demasiado que ya nadie puede decir con exactitud la fecha que es. Lo que sí sé es que me llamo Mark, tengo 21 años y formo parte de lo que creemos es uno de los últimos grupos humanos que existe en el mundo, o por lo menos algunos de los últimos que vivimos en algo parecido a la libertad. Estas son las primeras y probablemente las últimas anotaciones que haré en este diario por si alguna otra persona, en alguna época donde todo esto haya terminado, lo encuentra pueda conocer nuestra historia.

No sé exactamente cómo ni cuándo empezó esto, nunca hubo o ningún tipo de registro de cómo las cosas llegaron a esto, y si lo hubo fue destruido, se perdió o está en cualquier lugar donde no tenemos acceso a él, pero la historia se ha ido transmitiendo de generación en generación, y hay una idea básica en esto: antes era distinto. Antes el mundo completo estaba poblado por miles de millones de personas, ocupaban toda la parte terrestre del mundo y poseían distintas culturas, distintas costumbres, incluso distintas características físicas que generaban formas de diferenciarse. Mi abuela, el único familiar sanguíneo que poseía hasta hace unos años, me contaba que en esa época, llamada entre nosotros el Tiempo del hombre, cada territorio del planeta estaba gobernado por distintos países. El resto de la historia es simplemente horrible. Hasta el día de hoy no logro entender como la gente, tan humanos como nosotros, podían ser tan crueles, ambiciosos e indiferentes con otras personas de su misma especie. Pero lo eran. En ese tiempo había disputas entre los distintos países por territorios, materias primas que usaban o por el simple hecho de poseer soberanía sobre los demás. La tecnología era algo manejado por todas las personas, pero creado y producido por una cantidad menor. La mayoría de los artefactos tecnológicos y los inventos que se hacían eran usados para simple entretención de la gente común, y los mismos creadores de éstos los hacían con ese fin. Pero como mi abuela siempre me decía, por cada persona que creaba algún aparato para ayudar o entretener a los demás, había dos más que buscarían como usarlos para dañarlos. Por otro lado, en ese momento la industria armamentista era enorme, no había ningún país que no tuviera un gran arsenal de armas, estaban listos para cualquier guerra incluso si no la había. Pero en algunos países no se conformaban solamente con eso, sino que buscaban siempre crear nuevas y mejores armas. Y fue en uno de esos países donde pasó.

No sé cómo se llamaba, y no importa. Pero si sé que era uno de los más poderosos de ese momento, sino el más poderoso. Tenían un arsenal y un ejército capaz de arrasar con casi cualquier otro país, y siempre estaban actualizándolo y creando nuevas armas y vehículos de combate. Llego cierto momento en que se les acabaron las innovaciones en aviones, tanques y barcos, incluso no había nuevas armas que entregarles a sus soldados. Así que en ese momento surgió la idea de crear ejércitos de autómatas. Se creó incluso una nueva división especialmente dedicada a eso. Lo demás de la historia no sé si de verdad paso, o alguien lo invento para intentar explicar desesperadamente como pudo terminar de esta forma el mundo, pero dicen que había un científico o ingeniero encargado de ese proyecto, una de las mentes más brillantes del planeta. Comenzó a lograr grandes avances, creando seres mecánicos con las cualidades humanas que necesitaban, pero aumentadas enormemente, más fuertes que cualquier persona, más ágiles, incluso la inteligencia artificial que poseían era mayor que la capacidad mental de los humanos. Hasta que se salieron de control… o los hicieron salirse de control. Y es esta la parte de la historia que aun nadie me ha podido decir con seguridad si es verdad o no, pero que en mayor o menor cantidad, todos creemos. Se dice que a pesar de haber tenido un control completo sobre las maquinas que fabricaban, el encargado de toda la producción tenía una influencia tan grande, que nadie ni siquiera logro saber cómo y en qué momento creó una conexión entre todas y cada una de sus creaciones y él, teniendo un control completo sobre ellas y logrando que hicieran cada movimiento y obedecieran cada orden que el daba. Siempre se dice que era un buen hombre, una persona que intentaba ayudar al mundo y conseguir el bien de la gente, que pensaba que el mundo no estaba listo para manejar esa tecnología pero que si no la fabricaba él alguien más lo haría y quería tener él la responsabilidad de los actos de sus creaciones, pero eso no importaba, no era más que un simple ser humano. Y lamentablemente un poder tan inmensamente grande tiene la también inmensamente grande capacidad de corromper la mente, los ideales, y la personalidad de cualquier persona, no importaba que tan bueno fuera, en ese momento poseyó el el ejército más grande que existía en ese momento y él lo menos que podía hacer era utilizarlo.

Después de ese momento, en cosa de días ganó el control total de ese país, exterminando a casi toda su población y esclavizando al resto para ser utilizada como mano de obra para seguir incrementando su ejército. La primera reacción de las demás naciones fue declararle la guerra al ver en él una amenaza tan grande. Pero eso no importó. Ya en ese momento, y con la velocidad a la que iba creciendo su ejército, ningún país tenía la capacidad de hacerle frente, ni siquiera todos juntos.
Todos, desde una persona sin hogar que pasaba cada noche en las calles, sin más abrigo que los periódicos que encontrara en la basura, hasta el hombre que más dinero pudiera tener, que nunca tuvo la necesidad de trabajar ni esforzarse por nada en su vida, veían como el mundo que conocían dejaba de ser eso y se iba destruyendo lentamente, inmerso en una guerra que la humanidad parecía lentamente ir perdiendo. Y al final todas las personas iban también sufriendo el mismo destino, las desalmadas máquinas arrasaban ciudades enteras aniquilando casi por completo cualquier forma de vida que se fuera cruzando en su camino. El mundo poco a poco se iba convirtiendo en un simple recuerdo de lo que fue alguna vez, y las ciudades se iban reduciendo a simples ruinas.
Pero si el hombre no es perfecto, tampoco pueden serlo sus creaciones. A pesar de las tremendas capacidades que tenían esas máquinas, seguían sin ser perfectas. No importa cuanta capacidad destructiva ni de localización tuvieran, nunca podían llegar a absolutamente todas las personas de alguna ciudad, siempre iba a quedar algún mínimo grupo que lograra sobrevivir como fuera posible, solamente para después seguir una vida con el constante riesgo de ser encontrados y asesinados o esclavizados. Y en uno de esos grupos nací yo.

¿Y qué pasó con el hombre que provocó todo esto? Esa pregunta solo provoca un montón de historias, casi ninguna de ellas muy creíble. La más contada de todas dice que al ver que envejecía, y que pronto dejaría el mundo que estaba creando, se convirtió a sí mismo en un organismo casi más mecánico que humano, creando una unión con cada uno de los que él llamaba sus hijos, viviendo hasta el día de hoy, cientos de años después, gracias a la vitalidad que le dan ellos, recluido en el fondo de una enorme fortaleza metálica ubicada donde él mismo comenzó todo esto.

Quisiera poder tener tiempo también de escribir acá mi propia historia de vida, pero siento que la historia de este mundo, del mundo en el que nací y el que nunca pude ver, tiene una importancia mayor que eso. Desearía también que se me hubiera ocurrido esta idea que fuera un par de horas atrás. Pero ya es muy tarde para eso. Porque lo peor de todo esto es que escucho como se acercan por todas partes decenas de pies metálicos que se acercan a nuestro escondite rodeándonos. Sabíamos que en algún momento nos iban a encontrar, pero no esperaba que fuera ahora. Si este es el fin para mi, nadie podrá nunca decir que no dejé mi pequeña marca en este mundo...

(Imágenes: Peerro - Deviantart)